Y sueño con volver a casa y respirar. Y sentir.
Y dar vueltas por casa sin querer hacer nada.
Remolonear antes de irme a estudiar,
ayudar a la peque y hacer cosas juntitas.
Saludar a papá cuando llegue de trabajar
y darle un besito de buenas noches a mamá
antes de irme a acostar.
Y llorar por lo que ahora tanto disfruto
y que llegaré a echar tanto en falta.
Y quiero poder besar tu cuello de terciopelo,
deleitarme con tu compañía y dormirme en tu regazo.
Y ellas: mi familia, mi consuelo, mi apoyo, mi calor,
mi alegría y mis ratos de diversión.
El hombro sobre el que apoyarme.
Ellas, vosotras, mis tesoros.
Gracias por acogerme y luego estar ahí.
Gracias por después de tantos meses seguir estando ahí.
Gracias por darme todos los días las buenas noches,
por estar ahí en los malos y tristes momentos
y por compartir ilusiones y alegrías.
Gracias por esos atragantamientos y escapadas de la resi.
Gracias por esas magdalenas rellenas
y por los ratos de confidencias mutuas.
Gracias por esas sonrisas tan escasas y tan valiosas.
Gracias corazones, gracias... AMIGAS.
Marta Roca G. ®